No Hay Productos en el Carrito
A través de la historia de la humanidad, las mujeres hemos sido las encargadas de la familia. Labor extremadamente exigente, sin salario, pero altamente satisfactoria por todo el amor que recibimos de nuestros hijos a lo largo de los años. Se espera que seamos buenas esposas, madres y amas de casa. Pero hoy día, tenemos que agregar una cosa mas: ser buenas trabajadoras.
Es esta mentalidad la que nos tiene agobiadas. Se espera que desde que nos despertamos estemos impecablemente vestidas, organicemos desayunos, llevemos a los niños al paradero, planeemos las citas médicas de toda la familia, recojamos los niños en el paradero, los llevemos a sus clases extracurriculares o juguemos con ellos porque es un “pecado” no estar todas las tardes juntos, los ayudemos con las tareas, organicemos la cena y finalmente la constante lucha para que se acuesten a dormir, además de ir al trabajo y sobresalir. En toda esta rutina, quisiéramos poder hacer algo por nosotras, como ir a un gimnasio, leer un libro, tomarse un largo baño o simplemente descansar. Para muchas, estas cosas tan simples para las mujeres solteras y sin hijos, son un lujo para las que somos mamás.
Adicionalmente, hay que estar al día en las redes sociales para así sobresalir con tus amigos, con las otras mamás del colegio o simplemente porque necesitas que esos seguidores, conocidos de épocas pasadas o extraños que nunca conocerás, te den ese “me gusta” en tus fotos. Simplemente porque el trabajo de una madre no es apreciado lo suficientemente como debería serlo y es por esto, que muchas veces se recurre a publicar fotos para que alguien se acuerde de ti, te reconozca y te diga, “lo estás haciendo bien” y con eso por unos minutos u horas, sentirás que tu trabajo vale la pena y podrás ignorar a las personas que no lo reconocen.
También te puede interesar: Ventajas y desventajas de la tecnología para los niños
No es por nada que se dice que la epidemia del siglo XXI es el estrés y más cuando las mamás de hoy tienen más presión que las de los años 50.
En un artículo en el diario inglés The Guardian, escribieron acerca de un estudio realizado por profesores del Instituto de Investigación Social y Económica de la Universidad de Essex, quienes hicieron la encuesta más grande del mundo de su tipo en el Reino Unido y la publicaron en el diario Sociology. En esta, encontraron que las mamás trabajadoras con un hijo tienen un nivel de estrés de 18% más alto, que las mujeres sin hijos. Y las que tienen dos hijos el estrés se incrementaba a un 40% . El factor que más activa esos niveles es la relación entre trabajo y familia. La solución: es pedir más horarios flexibles en el trabajo, o reducir las horas laborales.
Aunque suene fácil, para algunas familias es casi imposible dejar las finanzas del hogar a una sola cabeza. Los altos costos de vida no permiten que en el siglo XXI se puedan tener una sola persona a cargo. Sin embargo, se dice que los sentimientos del estrés son generados por el mismo sentimiento de miedo. En este caso, el miedo a perder un trabajo o una estabilidad económica.
No es por nada que vemos como cada día más mujeres acuden a ejercicios de meditación, yoga y mindfulness. Para tratar de balancear tanta carga personal y profesional.
¿Nos encantaría saber como manejan el estrés?
