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Empezó la Feria Internacional del Libro #Filbo2017 y este mes queremos compartir los resultados de las constantes investigaciones que indican la importancia de la lectura. Y no sólo aplica para enseñarles a los niños a que cojan ese hábito sino también a que nosotros como padres leamos con ellos. Damos respuestas a preguntas que se hacen las mamás primerizas.
La respuesta más común es que aprenden a comunicarse y expanden su vocabulario ayudándoles a participar más desde una temprana edad en actividades escolares y sociales. Pero la respuesta más técnica la encontramos en la Universidad de Michigan en donde nos lista estas cinco habilidades:
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1. El reconocimiento fonético que es la capacidad de poder escuchar e identificar los sonidos de tal manera que puedan jugar con ellos al construir frases. ¿Les ha pasado que cuando cambian el tono de la voz su niño se emociona?
2. La habilidad fónica de conectar palabras escritas con sus sonidos adecuados. En español esto es de gran importancia para que empiecen a identificar las tildes, papá vs. papa.
3. Expansión del vocabulario lo cual lleva a que tu pequeño se sepa expresar de mejor manera y así evitar las rabietas por no entender lo que quieren decir nuestros hijos.
4. Poder conectar las historias por medio de la comprensión de lectura.
5. Entre más lean más probabilidades tienen de leer fluidamente a una temprana edad.
Cómo lo mencionamos en el blog anterior – Recomendaciones para controlar las pataletas – los niños son esponjas y aprenden de lo que ven. Lo primero que podemos hacer es educar dando el ejemplo. Desde decorar las habitaciones con libros y periódicos, hasta coger el hábito (si aún no lo tienes) de leer un libro de adulto en presencia de tu hijo. Esto los inculca a querer hacer lo mismo que tú, pues en el mundo infantil los papás son los héroes y queremos ser como ellos.
No te sorprendas si tu pequeño va querer leer el mismo libro varias veces, pues ellos les encantan la repetición y sólo hasta que se sepan el cuento de memoria querrán pasar a otro cuento. ¿O cuantas veces te has visto las películas Winnie The Pooh?
La lectura es una actividad en familia. Es recomendable empezarla desde una muy temprana edad así no sepa hablar aún. Pues ayudamos a nuestros pequeños a que vayan reconociendo los sonidos, las voces y hasta las situaciones.
Una manera de hacer la lectura en familia divertida es interactuar con el cuento. Es decir, no sólo leer sino hacer que tanto tus pequeños como tú jueguen con él. Te dejamos cinco ideas que cómo mamá me han funcionado.
1. Contar cuantos dibujos hay. Puedes hacerlo por categoría. Ej: hay uno, dos y tres árboles, o; hay un oso y dos osos.
2. Señalar cuales dibujos hay de un sólo color. Ej: verde.
3. Describir que dibujo ves sin decir su nombre y que tu pequeño adivine quien es. Ej: veo a alguien sentado encima de la roca – respuesta: un ratón.
4. Cuando ya están en edad de identificar letras. Por ejemplo, pregúntale que dónde está la letra “A”. Te recomendamos que empieces con las vocales y las letras del alfabeto que están en su nombre.
5. Adivinar cómo se desenvuelve el cuento. Escoge un cuento en donde su historia tenga un desenlace. Por ejemplo, Los Tres Cerditos. A los niños les encanta descifrar cosas por ellos mismos. Antes que se termine el cuento dale dos opciones de lo que puede pasar. “¿Se los come el lobo o se van a donde el hermano con la casa hecha en ladrillo?”
La hora más común para leer es antes de dormir. Así que prepara su habitación adecuando una lámpara en su mesa de noche de tal manera que cuando se prenda esa lámpara asocie esa actividad con la del cuento y luego la hora de la hora de dormir.
