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Nuestros bebés van creciendo y nosotros nos preocupamos en ofrecerles lo mejor para ir a su ritmo. Una de las etapas importantes y la cual nos cuestionamos es ¿cuándo pasar a mi hijo de la cuna a la cama?
Aunque a veces nos dejamos llevar por lo que otras familias hacen con sus hijos de la misma edad de tus hijos, debemos tener en cuenta que no todos los niños crecen igual. Cada uno va a su ritmo y esto no es una competencia de que bebé o niño logró más a su edad. De hecho, los terapeutas ocupacionales certificados en integración sensorial recomiendan que no debemos forzar a los niños a hacer cosas antes que estén listos pues estaríamos yendo en contra de su crecimiento y saltando pasos importantes de su desarrollo.
Entonces antes de tomar la decisión de pasar a tu pequeño de la cuna a la cama toma nota de estas recomendaciones que hemos encontrado de fuentes confiables.
La pediatra Deborah Lin-Dyken quien escribe en los blogs de babycenter.com dice que lo recomendable es hacía los tres años. Sin embargo, las señas se pueden ver desde los dos años.
Según la pediatra los signos pueden ser los siguientes:
1. Cuando tu hijo haya aprendido a ir al baño solito. Pues en caso de necesitarlo en la mitad de la noche intentará treparse las barandas y ya sabemos cómo puede terminar esto.
2. Cuando tu hijo este muy grande para su cuna y sepa treparse las barandas. Pero también teniendo en cuenta que ya has bajado el colchón al mínimo, has quitado los cojines y los para golpes de la cuna que son trampas para que ellos puedan escalar. Esto puede ocurrir desde los dos años para niños más grandes o más activos.
3. Por la llegada de un hermanito. En este caso se recomienda hacerlo entre cuatro y ocho semanas antes del nacimiento ya que de los dos años en adelante los niños empiezan a tener apegos. Si ven que su cuna se la dieron al hermanito puede generar celos mayores. Si no es posible hacerlo en esas fechas, el bebé puede dormir en un moises los primeros tres a cuatro meses. Y eso te da tiempo para hacer la transición que explicaremos más adelante.
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Como preparar a mi hijo para este cambio - transición
En otras fuentes confiables, y como mamá, encontramos que la clave para cada cambio de etapa en un niño es importante la preparación. A los niños les encanta su rutina y salirse de ella sin un pre-aviso lo toman como un trauma.
En Guianfantil en Serpadres.es recomiendan que hablemos con nuestros hijos. Les expliquemos el porqué del cambio y les hagamos partícipes del mismo. Unas ideas son:
1. Llevarlo a comprar su nueva cama y explicarle que cómo ya es un niño grande puede dejar de dormir en la cuna de bebé. Que el niño tome la decisión de compra, así como probablemente lo ha hecho con la compra de un juguete.
2. Que ayude a desmontar su cuna en caso de trasladarla a otra habitación, o que ayude a sacar su cobija, juguete favorito u almohada de la cuna para llevarla consigo a la cama.
3. Mantener su almohada y manta favorita, así esta sea muy pequeña mientras se acostumbra a su nuevo ambiente.
Como padres siempre queremos que nuestros hijos se sientan felices. Al principio el cambio de cuna a cama puede traer dudas a nuestro pequeño. De pronto se sentirá en un espacio más grande y no tan acogedor como una cuna y esto le puede causar miedos.
Para evitar esto y al momento de la compra, revisemos que el colchón y la cama tengan la altura indicada para un niño de su edad en donde pueda levantarse solito sin tener que dar saltos de dinosaurio. No sobra tener una baranda lateral en caso que las primeras noches el pequeño se sienta en un espacio muy abierto. U optar por comprar una cama-cuna que da la facilidad de ser una cama con barandas removibles a futuro.
Una vez llegue la cama a la casa y esté montada, realiza una fecha para la “fiesta al recibimiento de la cama para niño”. Papá, mamás y hermanos mayores serán los invitados y pueden acostarse en la cama nueva con felicidad para demostrar que es un ambiente alegre, tranquilo y de esta manera transmitirle esa seguridad a quien la usará. Y por qué no, que su primera noche sea la noche de cuentos en donde la actividad en familia sea que cada uno lea un cuento hasta que se duerma.